El 28% de los niños de entre 6 y 8 años y el 38% de entre 9 y 10 años usan incorrectamenete los sistemas de retención infantil en vehículos. Así, en el primer caso continúan con silla infantil de grupo I y pasan a usar el cojín reglamentario para vehículos "demasiado tarde", a pesar de haber superado el peso; y, en el segundo, utilizan demasiado pronto el cinturón de seguridad de adultos en vez de un elevador.

Además, el 10 por ciento de los padres reconoce que no siempre protege a sus hijos con sillitas de seguridad infantiles, alegando "excusas" como la comodidad o el desconocimiento de la normativa vigente.

Son algunos de los datos que hizo públicos este jueves la Fundación Mapfre, basados en un estudio a 810 padres con hijos entre 4 y 10 años, adelantados en el marco de la III Semana de la Seguridad Vial convocada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ante la "inminente" aprobación de un nuevo reglamento por el Consejo de Ministros.

Según Jesús Monclús, director del Área de Prevención y Seguridad Vial de Fundación Mapfre, dicho reglamento obligará a transportar a los menores "siempre que sea posible en la parte trasera del coche" y para usar el cinturón de adultos "se dejará de hablar de edad y se hablará de estatura", en referencia a que los niños deberán medir 135 centímetros para usar el cinturón como los mayores.

Monclús también recordó que el grupo de mayor riesgo es el de los menores de entre 6 y 9 años, especialmente cuando viajan en turismos y furgonetas. Los niños de esta edad tienen la mayor tasa de fallecidos de todos los grupos de edad, 5,2 por millón de habitantes, duplicándolas todas.

Monclús, que calificó de "preocupantes" los datos que arroja el estudio, también insistió en que el 55% de los padres no adquiere el asiento elevador "por ser peligrosos o parecer inseguros", lo que demuestra una falta de confianza a estos sistemas que sí son efectivos. El responsable de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre rechazó sin embargo que la crisis económica obligue a los padres a descuidar la seguridad de sus hijos en el vehículo, porque los sistemas donde se detecta la dejadez de uso (grupos II y III, de 15 a 25 kg y de 22 a 36, respectivamente) son más baratos.

Durante la presentación, Fernando Camarero, que también siguió de cerca la elaboración del estudio, hizo un llamamiento para "concienciar" en la necesidad de proteger a los niños. "Somos más conscientes de proteger a los bebés pero muchas veces no somos conscientes de que los niños de entre 6 y 10 años también son débiles y hay que protegerlos", dijo.

Para ahondar en esa concienciación, Camarero recordó que se ha impulsado una web 'www.seguridadinfantil.org', que ofrece información de servicio para que los padres puedan elegir correctamente el sistema de retención más adecuado para velar por la seguridad de sus hijos cuando viajan en un vehículo.

Según los últimos datos disponibles, en 2013 fallecieron 46 menores en accidentes de tráfico. Así, por primera vez en 20 años, los ahogamientos superaron a las muertes de niños como ocupantes de vehículos como causa de mortalidad infantil (de 0 a 14 años). Desde 1990, en que hubo 307 fallecidos, se produjo un 85% menos de fallecidos, lográndose el "objetivo cero" en ciudad.