Seguramente has oído hablar mil veces de la Feria de Abril o Feria de Sevilla. Puede que hayas asistido, o que tengas la suerte de vivirla todos los años. Para todos aquellos que no hayáis tenido la oportunidad de disfrutar de esta experiencia, os contamos en qué consiste.

Se trata de una festividad celebrada después de Semana Santa que dura una semana y se suele procurar que haya una separación de dos semanas entre ambas celebraciones. Se instalan casetas en el recinto ferial situado en el barrio de Los Remedios y se hace coincidir con corridas de toros en la plaza de la Maestranza. Se trata de la feria más importante de Andalucía, la que más repercusión mediática tiene y la que más visitas atrae.

A grandes rasgos, así es la Feria de Abril en la actualidad, pero ¿conoces su historia? Sigue leyendo si quieres satisfacer tu curiosidad:

Historia de la Feria de Sevilla

En 1846 dos empresarios, José María de Ybarra (de origen vasco) y Narciso Bonaplata (procedente de Cataluña) solicitaron al Cabildo Municipal permiso para celebrar una feria anual (tanto de ganado como de carácter festivo) durante los días 19, 20 y 21 de abril. Tras cierta disconformidad por parte del alcalde de Sevilla del momento, les fue concedida la autorización y en marzo del año siguiente, la reina Isabel II concedió a la ciudad el privilegio de feria, lo que posibilitó la celebración de la misma en los días acordados. La feria obtuvo el apoyo de numerosos agricultores y ganaderos, por lo que el Cabildo la consideró un acierto.

Por aquel entonces, el Prado de San Sebastián, lugar en el que se celebró la feria, se encontraba en las afueras de la ciudad (actualmente es uno de los lugares más céntricos de Sevilla).

En 1929 con motivo de la Exposición Iberoamericana, se construyó la ahora famosa Plaza de España y se instaló el monumento al Cid Campeador. Ese año la feria contó con 19 casetas y cosechó tanto éxito que, pocos años más tarde, en 1850 hubo que separar el espacio para el ganado del dedicado al ocio. Ese año el número de cabezas de ganado presentes fue de 60.000 y se concedieron permisos para unas 140 casetas. La feria fue creciendo con el tiempo y en 1864 se lanzaron los primeros fuegos artificiales y en 1870 se amplió la duración de la feria en dos días.

A raíz del éxito que fue obteniendo la feria a lo largo de los años, el Ayuntamiento de Sevilla se vio obligado a ampliar el espacio destinado a la misma y a aumentar la publicidad que se hacía de ella. Así, en 1890 se editó el primer cartel publicitario oficial de la Feria de Abril.

La primera portada de gran tamaño se construyó con fecha de 1949. Desde entonces, la portada suele dedicarse a algún elemento o evento importante de la ciudad y puede llegar a medir 50 metros de altura.

La noche del lunes al martes de feria constituye la primera y es cuando se da comienzo a las festividades con el encendido de las bombillas y farolillos de las calles y de la Portada Real a medianoche. El plato típico es el pescado frito, por lo que a esta noche se la conoce como la del pescaíto.

La feria acaba el domingo a las 12 de la noche, momento en el que se apagan las luces y se lanzan los fuegos artificiales.

Seguro que después de leer este artículo te han entrado ganas de darte un salto a Sevilla para disfrutar de esta fiesta tan típica y llena de luz, color… ¡y rebujito! Si te falta presupuesto para el viaje puedes recurrir a los minicréditos que ofrecen empresas como Sucredito.es, que te proporcionará el dinero que necesitas para vivir esta experiencia.  En tan sólo unos minutos se termina la solicitud online y, tras cumplimentar los tres pasos del formulario, el dinero estará en tu cuenta si la solicitud es aprobada. Es la manera más sencilla y rápida de conseguir financiación al instante para sufragar tus gastos en la Feria de Abril.