sábado, 18 de mayo de 2024 00:16h.

Reflexiones en torno al ducado de Suárez

Tras la muerte anunciada del ex presidente Adolfo Suárez, estos días la televisión, radio, prensa escrita…no ha parado de elogiar la labor del ex presidente durante la transición

      Tras la muerte anunciada del ex presidente Adolfo Suárez, estos días la televisión, radio, prensa escrita…no ha parado de elogiar la labor del ex presidente durante la transición, en este artículo no voy a polemizar sobre si Suárez es el primer presidente de la democracia, aunque no estaría mal recordar que desde 1931 a 1936 España era un país democrático cuyo primer presidente fue Niceto Alcalá-Zamora. Tampoco voy a negar la labor de Adolfo Suárez durante la transición de la dictadura franquista a una democracia imperfecta, pero democracia, a pesar de que en estos momentos parece que estemos viviendo una involución política hacia tiempos pasados. En este artículo quería reflexionar entorno al ducado de Suárez y sus privilegios. Este título se lo había otorgado Don Juan Carlos de Borbón a Adolfo Suárez en febrero de 1981 por su labor al frente del Gobierno durante los primeros años de la transición. En los medios sobre todo se menciona la polémica en torno a la sucesión del mismo tras la muerte del ex presidente, ya que su hijo Adolfo Suárez Illana lo había reclamado para sí, porque debido a la Ley de Igualdad para la Sucesión de Títulos Nobiliarios aprobada en 2006, la cual eliminaba, a igualdad de línea y grado, la preferencia del varón sobre la mujer, el ducado de Suárez no pasaría a Adolfo Suárez Illana, segundo hijo del ex presidente, sino a su primogénita María Amparo Suárez fallecida en 2004, pero quien dejo descendencia, siendo su hija mayor Alejandra quien, si no lo rechaza, heredará el ducado; a pesar de que su tío Adolfo Suárez Illana en 2009 reclamara el título argumentando, por un lado porque su padre quería que lo heredara él pero que debido a su enfermedad desconocía el cambio de la ley, y por otro lado alegando, cual noble del Siglo de Oro español, la continuidad del nombre de Adolfo Suárez así como el hecho de que su hijo también se llama Adolfo, llegando a invocar a las leyes de Toro de 1505 por las cuales el rey podía otorgar la facultad de elegir al primer sucesor. La sorpresa sobre tanta información al respecto, no es que lo herede la nieta o el hijo, sino el hecho de que Juan Carlos otorgó el título “con exención de derechos fiscales en su creación y en la primera transmisión”, por lo que entiendo que ni Adolfo Suárez ni su sucesor pagaba ni pagará impuestos, esto unido al comportamiento anacrónico de Adolfo Suárez Illana un político de un “partido democrático” invocando leyes creadas en el Antiguo Régimen y que por otro lado no deberían pervivir en un estado democrático, me hace reflexionar sobre algunas pervivencias del Antiguo Régimen en la España actual. A veces me pregunto qué hago buscando en archivos información sobre nobles infanzones de la Cantabria Moderna para mi tesis doctoral, cuando hoy en día existen individuos que pretenden mantener algunas lógicas propias del Antiguo Régimen como la nobleza. Llama la atención que en una sociedad democrática, en la que todos somos ciudadanos con una serie de derechos y obligaciones se mantengan los títulos nobiliarios, cuando el gobierno de la II República Española ya abolió en la década de los años 30 las distinciones y los títulos nobiliarios. En el Congreso de los Diputados sólo grupos de izquierdas como Izquierda Unida o Esquerra Republica de Cataluña han pedido la abolición de los títulos nobiliarios en nombre de la igualdad, mientras que el PSOE mira para otro lado, aunque le guste presumir de ser herederos de la II República. Los títulos nobiliarios son algo arcaico y que pertenece al Antiguo Régimen no a una España democrática que quiere mirar al futuro, que Juan Carlos continúe concediendo dignidades me parece absurdo y anacrónico. Creo que el ducado de Suárez es el único que posee la exención fiscal, pero resulta un insulto al resto de ciudadanos que tenemos que seguir pagando impuestos mientras Suárez y su sucesor quedan exentos por gracia real. En la Edad Moderna la nobleza si poseían privilegios como el de la exención fiscal entre otros, pero que hoy en día se permita que un “noble” no pague impuestos no solo es arcaico, retrogrado… sino que es antidemocrático, siendo un comportamiento más propio de un reino con súbditos que de un país con ciudadanos en el cual todos son iguales ante la ley…ah perdón salvo el Rey de España quien es inviolable y no está sujeto a responsabilidad. Por otro lado, es de vergüenza que de los 51 títulos otorgados por el actual Rey de España, los dos primeros títulos se los concediese a la viuda e hija de Francisco Franco, puedo entender el momento en el que los otorgó (26-11-1975), pero en la etapa democrática deberían haberles despojado del título porque su único mérito era ser esposa e hija de un dictador por mucha “muestra de mi Real aprecio” que Juan Carlos sintiera por ellas, pero si hasta hoy en día perviven calles con nombres vinculados a la dictadura, como para atreverse a tocar a los Franco.

    También es cierto que España tiene problemas más graves que la exención fiscal del ducado de Suárez, entre otros como la corrupción, el paro…. y relativos al tema fiscal, la subida de impuestos indirectos frente a los directos, la tomadura de pelo de subir el IVA cultural mientras se baja el IVA para comprar obras de arte…lo que hace que volvamos a etapas pre democráticas y que confirman que si bien vivimos en una democracia, es una democracia imperfecta que necesita corregir errores y ser reseteada…sin que nos amenacen con ruido de sables simplemente por querer mejorar un sistema imperfecto.