viernes, 03 de mayo de 2024 19:40h.

El cambio necesario

  • Un giro de 360 grados

    Después de meses de dudas e incertidumbres, y de jugar al baile de: “ahora sigo, ahora no”, finalmente el alcalde de Santander, Iñigo de la Serna, ha dado un “radical” giro de 360 grados a su situación política

Somos modestos y lo sabemos. Uno de los equipos con menor presupuesto de la categoría, y aún intentado llegar a buen puerto en esta “travesía por el desierto” 

Somos modestos y lo sabemos. Uno de los equipos con menor presupuesto de la categoría, y aún intentado llegar a buen puerto en esta “travesía por el desierto” institucional que nos tiene permanentemente con la espada de Damocles sobre nuestras cabezas. No son las mejores condiciones, sin duda.

Pese a lo anterior el fútbol no lo juega el dinero, ejemplos hay muchos a lo largo de la historia. Nosotros mismos, la pasada campaña con nuestros resultados en la copa del Rey demostramos que no siempre el pez grande se come al chico.

La pasada campaña la situación institucional era todavía peor y llevó a los jugadores al famoso plante ante la Real Sociedad, pero el equipo rendía en el campo. Gran parte de la culpa de que la temporada resultase exitosa y los jugadores permanecieran cohesionados la tuvo Paco Fernández. Entrenador que llegaba después de haber cosechado una gran campaña en el Caudal de Mieres y que se situaba entre los más prometedores entrenadores de la categoría. Paco hizo muy bien su trabajo, mantuvo unido al grupo y consiguió que el equipo ascendiera. No era tarea fácil pese a que la plantilla era, por presupuesto y calidad de los jugadores, de lo mejor de ese grupo I, no hay más que comparar la temporada del gran favorito, el Real Oviedo, que pese a tener el mismo presupuesto distó mucho de la de nuestro Racing.

Llegó el éxito y el ascenso y una nueva categoría más exigente y en la que ya no sólo vale estar unidos. Hay que poner algo más. Durante toda la temporada hemos visto un Racing timorato, que parecía depender únicamente de las diferencias marcadas por Koné y el buen hacer de Mario en la portería. Los números engañan y si nuestro registro de goles encajados es más que digno se debe sólo al excelente nivel de nuestro portero y capitán, que nos ha salvado del sonrojo en más de una ocasión.

Pese a que durante un momento de la temporada el Racing recordó al del año pasado esto fue un mero espejismo para un equipo demasiado metido atrás, sin argumentos tácticos y que se venía abajo a la primera piedra que se encontraba en el camino. La lesión de Koné trastocó definitivamente los planes y sólo pequeños retales como el partido en la nieve de Anduva daban esperanzas de poder competir por la salvación hasta final de temporada. Pero era evidente que el equipo necesitaba un cambio.

El agradecimiento a Paco es inmenso. Ha hecho una gran labor, silenciosa y profesional en los peores momentos, aun cuando las mensualidades impagadas se sucedían una tras otra. Sin embargo, el fútbol vive del presente y era más que evidente que el Racing necesitaba un relevo en el banquillo. La primera experiencia de Paco en segunda no ha salido bien, demasiado timorato y falto de capacidad para leer los partidos y realizar cambios que beneficiaran al equipo. Sin duda se merece más oportunidades, pero la urgencia y la necesidad de este equipo por permanecer en la categoría hace que no podamos tener tiempo para sentimentalismos.

Necesitamos reaccionar y espero que el triunvirato Pinillos-Colsa-Munitis reactiven a un equipo que parecía muerto y a la deriva dejándose llevar hasta el descenso a segunda b. De momento dos partidos y cuatro puntos. Sensaciones diferentes. Más presión arriba, recuperamos la olvidada seguridad defensiva y vemos variantes tácticas que antes no veíamos. El partido contra el Barcelona B ha servido para que veamos que ya no bajamos los brazos a la mínima que el rival se adelanta. Parece que estamos comenzando a cambiar. Pese a todo es demasiado pronto para confirmar que no volveremos a repetir los vicios del pasado. Veremos lo que nos depara el futuro.