Casi doscientas personas se dieron cita anoche en el Real Club Náutico de Laredo para tributar un emotivo homenaje al popular presentador laredano Óscar Gutiérrez, en reconocimiento a su ejemplar trayectoria como animador, promotor o colaborador de multitud de eventos culturales, deportivos y sociales desarrollados en la villa pejina y en toda Cantabria durante las últimas décadas. Las muestras de cariño se sucedieron en una inolvidable velada en la que el protagonista estuvo arropado por su familia, con sus hermanos, hijos, nietos y sobrinos, así como por una legión de amigos que quisieron ser testigos de una cita que todos consideraron “merecidísima”.

La magia de las palabras volvió a procurar un maravilloso viaje en el tiempo al compás de una voz, la de Óscar, que es en sí misma un icono de Laredo. A través de ella pejinos de varias generaciones han accedido a memorables relatos trenzados con precisión por un orador capaz de convocar en su dicción estampas, vivencias y personajes majestuosamente acomodados en su privilegiada memoria. 

La iniciativa del acto corrió a cargo del Ayuntamiento de Laredo, con el alcalde Ángel Vega al frente de unos preparativos certeramente hilvanados y culminados por la concejal de Turismo y Festejos, Laura Recio. Junto a ellos asistieron el diputado regional, Íñigo Fernández, el alcalde de Colindres, José Ángel Hierro, y una nutrida representación de las corales, los clubes deportivos, grupos de teatro, carrocistas de la Batalla de Flores y asociaciones culturales. Tampoco faltaron decenas de protagonistas de la célebre noche laredana en cuya pujanza Óscar también tuvo mucho que ver. El locutor de Radio Laredo, Noé del Río, ejerció de presentador de la gala. 

Con los postres llegó el momento de los reconocimientos en forma de emocionantes discursos que contribuyeron a trazar la semblanza de una persona irrepetible. El alcalde Ángel Vega destacó que “algo tendrá el agua cuando la bendicen,  y algo tendrá Óscar cuando es tan querido dentro y fuera de Laredo”. En una noche cargada de guiños cinematográficos, con el pase de un vídeo recopilatorio de las fotografías más relevantes de su biografía, Vega no dudó en presumir de ser “alcalde de un pueblo de Óscar”, en un brillante juego de palabras que redondeó con sugerentes metáforas. “Óscar al mejor guión, porque merced a esa pluma y a ese verbo ágil, siente de verdad sus intervenciones; Óscar a la mejor banda sonora, con una voz especial,  que hace no solamente que se le entienda, sino que uno esté atento a lo que dice; Oscar al mejor actor secundario, porque siempre ha estado en segundo plano, realzando desde allí el evento en el que estaba; Oscar a la mejor película, la película de su vida, en la que nunca ha faltado a nadie, nunca se le ha oído hablar mal de nadie. Oscar no sabe lo que es el rencor, una vida amplia, vivida desde el  cariño a la familia y desde el amor a Laredo; y Oscar al mejor actor principal, porque es un hombre que tiene un corazón que no le cabe en el pecho. Cada vez que se le ha  solicitado para cualquier cosa, ahí ha estado siempre dispuesto, sin ningún tipo de compensación económica”.

Poco acostumbrado a ejercer de protagonista, el homenajeado reconoció que “nunca imaginé esta recompensa” y añadió que “os lo agradezco de corazón, porque me habéis hecho feliz al ver esta noche feliz a mi familia y amigos”. Asimismo destacó que “al sentir la compañía de tantos amigos y amigas, soy el dueño de una gran fortuna”. Y remachó: “mientras me sienta útil y consideréis que puedo ser útil, Laredo me tendrá a su total disposición, con la misma entrega, y el mismo entusiasmo de siempre”. 

Regalos y elogios

La concejal Laura Recio, que había abierto el turno de intervenciones promoviendo una ovación “traducida como un ¡gracias! que brota del corazón”, hizo entrega a Óscar Gutiérrez de una fotografía en un marco de plata que recoge el momento del corte de la cinta del circuito de la última edición de la Batalla de Flores, en la que fue nombrado Carrocista Mayor. Una fiesta que ha presentado en cincuenta ocasiones, a las que suma otras 23 presentaciones de los desaparecidos galardones “Salvé de Oro”. La edil también le  entregó un reloj en cuya pulsera está grabado el cariño de Laredo. 

Desde el Club Atlético Laredo, del que fuera presidente durante varios años, le obsequiaron con una reproducción del cartel anunciador de aquella Copa de Europa de Maratón cuya brillantez organizativa mereció una distinción por parte de la Federación Española. La coral Canta Laredo le honró en reconocimiento a tantos conciertos presentados con su elegancia acostumbrada. La UNATE también glosó sus méritos, desgranados con acierto por Rufo de Francisco. Mientras, el alcalde de Colindres y su concejal Ana Carballo, también aprovecharon para agradecer a Óscar Gutiérrez su total disponibilidad para cuantos eventos quisieron contar con su presencia. Y el diputado regional Íñigo Fernández certificó que al homenajeado se le quiere, no sólo en Laredo, sino en toda Cantabria, destacando dos de sus facetas: “Es muy importante encontrar en la vida a personas como tú capaces de abrir camino, tras el que han ido generaciones de laredanos”, señaló, en referencia a la transformación vivida por Laredo en los años 60 a partir del boom de los franceses.  “La otra característica es que es un señor, un caballero, jamás se le ha oído hablar mal de nadie. Siempre sabe estar, sabe comportarse, y me atrevo a decir que esto lo aprendiste de tu familia, de tus padres, junto a tus hermanos, y ahora se refleja en tus hijos y tus nietos”, concluyó. 

Los sones del pasaje “Ay Mi Marino”, de la zarzuela “La Galerna” compuesta por su padre, Ángel Gutiérrez, y que forma parte imborrable del patrimonio musical de los laredanos, sirvieron para dar paso a un baile que, como no podía ser de otra manera, se centró en los míticos temas de aquellas décadas inolvidables en las que se forjó la leyenda de Óscar Gutiérrez.  “Toda una vida con Laredo en el corazón, el pensamiento y la voz” como destacaba el cartel diseñado para una cita memorable.