lunes, 20 de mayo de 2024 22:59h.

Córdoba vuelve a Primera casi medio siglo después.

El fútbol es imprevisible y hoy lo ha vuelto a demostrar

El fútbol es imprevisible y hoy lo ha vuelto a demostrar. Un hecho extradeportivo y un decepcionante comportamiento de un sector de la afición canaria hizo que el futuro de dos entidades cambie por completo. Cuando el árbitro señaló el tiempo de prolongación, Las Palmas hacía bueno el gol de Apoño y saboreaba la miel del ascenso.  La tensión era alta en los dos equipos y en las dos aficiones, y fue en este último donde comenzó a esfumar el sueño amarillo.

Un sector de la grada del Estadio de Gran Canaria saltó al terreno de juego y obligó al colegiado a detener el partido durante más de diez minutos.  Un mal comportamiento que hacia un flaco favor al conjunto local, de ahí que un veterano como Valerón se dirigiese a los aficionados para pedirles que regresarán a sus asientos. Sánchez Mártinez fue claro: "O se despeja el campo o no se reanuda el partido".

Afortunadamente regresó la cordura, aunque solo de manera momentánea. Ya con el balón en juego, y cuando restaban 60 segundos para conocer al último equipo en ascender a la Liga BBVA, Uli Dávila consiguió mandar el balón al fondo de la red. Un gol que bien vale un ascenso y que desató la locura en los aficionados andaluces y en su técnico, Chapi Ferrer, que echó a llorar de inmediato.

De esta forma, el Córdoba regresa a la máxima categoría del fútbol español 42 años después de su última temporada en Primera. Esa es la cara amable de este deporte. La negativa la mostró un sector, que no toda, de la afición canaria que terminó la tarde protagonizando una verdadera batalla campal al enfrentarse y agredir a los agentes de policía que custodiaban el terreno de juego.