El Racing se hizo con la victoria en un partido absolutamente surrealista, la fé de los verdiblancos movió montañas y regaló una jornada inolvidable para su afición, una afición que estaba escasa de alegrías.

El partido comenzó con un Racing bien plantado en el terreno de juego, digamos que en la línea mostrada ante Osasuna, un centro del campo presionando en campo rival y una delantera muy móvil que también presionaba cuando no tenía la posesión del cuero.

Poco duraron las buenas sensaciones, el Mallorca poco a poco se fue haciendo con la manija del encuentro y achuchaba a un Racing impreciso en tareas defensivas, sin embargo, serían los cántabros los que se adelantarían en el luminoso. Corría el minuto 12 de la primera mitad cuando David Concha, muy desasistido en banda derecha, se zafaba de todos sus rivales, sacaba el cuero limpio para que Borja San Emeterio cambiase el juego hacia Saúl, el zurdo, en un pase de ensueño asistía a Quique González para que, de cabeza, batiese a Cabrero, era el 0-1 y parecía que el partido se ponía de cara para los racinguistas.

Tras el gol, el Mallorca despertó, volvió a apretar y durante el resto de la primera mitad estuvo rondando de manera muy peligrosa la portería defendida por Mario, sólo Mamadou Sylla, en un mano a mano resuelto favorablemente por el cancerbero balear, mantuvo el ataque del Racing, un Racing que pedía a gritos la llegada del descanso, un descanso que fue balsámico.

En la reanudación, la debacle, un Racing defensivamente horroroso dio vida al Mallorca, la unidad de coronarias de Valdecilla no ha debido dar abasto, Riera, Asensio, Xisco, todos tuvieron sendas ocasiones de gol, alguna repelida por el palo incluso. Se veía que era imposible mantener la portería a cero, y efectivamente, en una jugada de Asensio, Xisco, en segunda jugada tras repeler su remate inicial el travesaño, establecía la igualada, jarro de agua fría.

El Racing no reaccionaba y David Concha era sustituido por Álvaro, problemas en el tobillo y el no poder tener más fichas B en el campo, propiciaron un cambio que a la postre sería fundamental.

Parecía que el Racing volvía a presionar, se volvía a generar un mínimo peligro en la portería bermellona, y merced a esa presión y a la fé, Álvaro, aprovechaba el regalo de Riera para batir a Cabrero y volver a poner por delante al Racing.

El encuentro estaba ya loco, pero lo más loco todavía estaba por ocurrir, lo de la defensa del Racing pasaba de esperpento a verbena, y en otro error a la salida de un córner, Xisco hacía su segunda diana en el día de hoy, tablas y de nuevo bajón.

El partido daba sus últimos estertores, todo parecía visto para sentencia, el Racing parecía que no iba a poder sumar los tres puntos en litigio y su situación se complicaba, y fue allí, en ese preciso momento, cuando Cendrós, cedió un balón a su guardameta y Mamadou, sin duda, el mejor hoy, listo, corajinoso y seguro de sí mismo llegaba antes al esférico que Cabrero, le batía con un sutil toque y establecía el 2-3 definitivo en el minuto 93.

Con este resultado, el Racing sigue vivo, toma aire y lo más importante, recibe un “chute” de moral y de confianza importantísimo a la hora de afrontar los últimos nueve encuentros.

Ficha técnica:

Mallorca: Jesús Cabrero; Cendrós, Truyols, Bigas, Gulan (Riera 45’); Asensio, Joao, Yuste (Ros 76’), Pereira, Xisco, Marco Asensio; y Joselu (Arana 63’).

Racing: Mario; Borja San Emeterio, Bernardo, Juanpe, Saúl; Fede, Granero, Concha, Iñaki; Quique González (Mariano 65’) y Mamadou (Valdo 90+5’).

Goles: 0-1 (12'). Quique, 1-1 (68'). Xisco, 1-2 (72'). Álvaro García, 2-2 (89'). Xisco, 2-3 (90+4'). Mamadou Sylla

Árbitro: Jorge Figueroa Vázquez amonestó a Nikola Gulan (20'), Héctor Yuste (23'), Bigas (37') del Mallorca y Quique (40'), Fede San Emeterio (62'), Juanpe (67') del Racing. Expulsó con roja directa a Truyols (90+5') del Mallorca.

Incidencias: Partido disputado en el Iberostar de Mallorca ante 5.475 espectadores.

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