La mayoría de las localidades de esta región poseen restaurantes, bares y locales que, en cierto modo, se han convertido en su máximo representativo. Estos sitios, por lo general, tienen una experiencia de lo más dilatada en el sector y eso hace muy difícil que los negocios nuevos se implanten en ese grupo de locales referentes.

En esta pieza vamos a presentar a un local que en apenas cinco años se ha convertido en una auténtica referencia en la Villa marinera de Suances. Se trata del Bar Restaurante La Roca, que, con unos cimientos muy sólidos basados en la calidad y el buen precio, se ha convertido en una apuesta segura cuando apetece degustar los manjares de la costa cántabra.

Una visita a La Roca es un acierto en todos los sentidos, prestando la mayor parte de la atención a su carta, pero destacando en otro gran aspecto en el negocio de la hostelería, el trato al público. Estamos ante un restaurante que lo tiene todo para ser referente en Suances, y lo está consiguiendo.

En una comida a la que asistimos todos los estamentos de LVDSDA, nos decantamos por unos entrantes, que fueron brochetas de vieira, pulpo a la gallega y entremeses marineros. Una elección muy marina y muy acertada, ya que las brochetas estaban exquisitas, realizadas con un género fresquísimo y una vinagreta que se convirtió en el aderezo perfecto. El caso del pulpo es curioso, porque no se puede negar que la perfección de este plato se encuentra en tierras gallegas, pero al degustar el que nos sirvieron en La Roca la opinión era unánime, estaba muy bien realizado y, una vez más, destacaba la calidad del producto.

En cuanto al revuelto marinero, es menester explicar de qué estaba compuesto, y es que este último entrante se compone de rabas, chopitos, mejillones, pulpo a la vinagreta, saquitos y hojaldres. Gran surtido y una ración muy generosa. Todos los productos servidos estaban excelentes, destacando las rabas y los chopitos, con un rebozado perfecto que le aporta el punto crujiente al magano y hace de él un auténtico manjar. Los saquitos y los hojaldres fueron una grata sorpresa, ya que tenían un suave sabor a marisco y la textura no era para nada grasienta. Los mejillones y el pulpo también resultaron excepcionales, dejando nuestros estómagos bastante llenos para afrontar el segundo envite de la comida.

El segundo asalto de nuestra visita a La Roca se conformó con un solomillo de ternera al foie, secreto ibérico con salsa de frutos rojos y rodaballo a la plancha con salsa tártara. No se pudo escoger mejor. El solomillo estaba en su punto perfecto, con una buena porción de foie fundiéndose en contacto con la carne. El secreto también estaba perfectamente cocinado, con un toque jugoso en el interior y un contraste dulce con la salsa que dejaba una sensación muy agradable en el paladar. El rodaballo también resultó delicioso.

Tras superar el plato fuerte de la comida, el estómago estaba a punto de colgar el cartel de ‘aforo completo’, pero la experiencia merecía un postre. En este caso la elección se compuso por tarta cántabra, que es una de las especialidades de la casa, tarta de hojaldre y helado de queso. El colofón perfecto para una comida que no se tardará en repetir.

Bar Restaurante La Roca, situado en el Paseo de la Marina de Suances, junto a la playa de La Concha, una apuesta sobre seguro tanto por precio como por calidad, ya que, tal y como nos cuenta la responsable de cocina, Asun Herrera, “el cliente no es tonto y no le puedes dar gato por liebre, por lo tanto en este local apostamos por la calidad en un formato económico”.