viernes, 17 de mayo de 2024 00:13h.

La conexión peatonal entre Castilla-Hermida y la calle Alta se abrirá el domingo

De la Serna ha recordado que el proyecto de conexión peatonal plantea la mejora de la movilidad entre las calles Castilla y Alta

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La conexión peatonal entre Castilla-Hermida y la calle Alta se abrirá el domingo, según ha informado hoy el alcalde de Santander, Iñigo de la Serna, quien ha adelantado también que, a partir del próximo mes, se podrán reservar en la Oficina Municipal de Turismo visitas al Museo del Ferrocarril, cuyos accesos se van a mejorar.

         De la Serna ha recordado que el proyecto de conexión peatonal plantea la mejora de la movilidad entre las calles Castilla y Alta, mediante la construcción de un puente peatonal y cuatro ascensores, dos de ellos panorámicos, que conectan esos dos barrios de la ciudad.

         Se ha creado una avenida, con mobiliario urbano, al final de la cual hay una plaza de una superficie de más de 2.500 metros cuadrados, y se han colocado dos ascensores panorámicos que salvan un desnivel de 30 metros, adaptados también para personas con movilidad reducida, cochecitos de niños o bicicletas.

         Esta actuación se une a las escaleras y rampas mecánicas de la calle Vargas a la calle Alta, a través de Eulalio Ferrer, y a las escaleras mecánicas entre Numancia y General Dávila a través de la calle Antonio Mendoza, haciendo posible establecer una conexión peatonal entre el sur y el norte de la ciudad, desde Castilla-Hermida hasta General Dávila.

         Con esta nueva conexión peatonal, que conlleva una inversión cercana a los 2 millones de euros, disminuirá notablemente el tiempo de recorrido entre el centro de la ciudad y el frente marítimo, puesto que se estima que se tardará en recorrer a pie la distancia completa de la actuación unos 5 minutos, aproximadamente.

         De sur a norte, la obra comienza en el tramo de la calle Carlos Haya situado entre el Centro de Salud y la Comisaría de la Policía Municipal. Justo en este espacio se ubican una pareja de ascensores y una escalinata que salvan una altura de casi 9 metros.

         Alcanzada esta cota, se cruza en toda su anchura la playa de vías existente a lo largo de una pasarela de cuatro vanos, 105 metros de longitud y 7 metros de anchura, con dos jardineras longitudinales en los dos laterales de 0,80 metros de anchura, que tienen la misión de aislar visual y acústicamente el flujo peatonal del tráfico ferroviario.

         En el extremo norte de la pasarela se dispone una plaza situada al pie de la ladera de la calle Duque de Ahumada en la que se cimenta la torre que alberga a la pareja de ascensores panorámicos que conectan verticalmente los 30 metros de desnivel.

         El nivel superior de estos ascensores se conecta con la calle Duque de Ahumada con una pasarela de acero de un solo vano y 40 metros de longitud, la cual desembarca finalmente sobre la cubierta del garaje de subterráneo de Duque de Ahumada. Sobre ella, se urbaniza una franja de superficie hasta llegar al final del ámbito del proyecto en esta calle.

Visitas al Museo del Ferrocarril

         Por otra parte, el alcalde ha anunciado a los miembros de la Asociación Cántabra de Amigos del Ferrocarril, que gestionan este centro, que, a partir del próximo mes, se podrán reservar visitas en la Oficina Municipal de Turismo.

         De la Serna también les ha avanzado que, tal como se les trasladó en una reunión mantenida en el mes de febrero, se llevarán a cabo trabajos para adecuar el camino actual que discurre desde el aparcamiento de Las Estaciones hasta el Museo del Ferrocarril.

         En este sentido, ha indicado que el proyecto contempla la  dotación a esta zona de un nuevo firme de zahorras y aglomerado, en un ancho de 4 metros, así como la iluminación con báculos de luz en toda su longitud y la instalación de una valla de cerramiento que lo aísle de las vías del ferrocarril.

         El Museo del Ferrocarril, que se encuentra ubicado en una nave de Adif de 650 metros cuadrados -los antiguos talleres de vagones-, ofrece al visitante la oportunidad de hacer un recorrido por la historia del ferrocarril, a través de una importante colección de piezas.

Entre ellas, se encuentran la locomotora quitanieves de 1930, que se acaba de restaurar; la locomotora “Peñacastillo”, una máquina de vía estrecha; o la locomotora “Udías”, utilizada en Reocín o una jardinera de los tranvías.

Asimismo, recopila una amplia selección de planos, maquetas de vías y estaciones, locomotoras en miniatura, uniformes, documentos, carteles, faroles de carburo, fotografías, máquinas de expedir billetes y libros, que descubren los entresijos de la historia reciente del ferrocarril tanto a niños como adultos.