sábado, 04 de mayo de 2024 00:23h.

Fanatismos contra la libertad

  • Más beneficios, menos salarios

    La patronal, con el apoyo del gobierno, se sigue resistiendo a un más que necesario cambio salarial, olvidando  ya la devaluación salarial para consolidar la recuperación

  • Los partidos “pequeños” buscan su sitio

    El declive electoral del PP y el PSOE, está provocando la aparición de nuevos partidos que quieren irrumpir con fuerza en la vida social Cántabra.

  • De Excalibur a el fin del Mundo
    Van a sacrificar a Excalibur, la mascota de la enfermera contagiada por el virus del Ébola, aysss perra vida
  • Selfies

    Algunos identifican esta práctica con el exceso de protagonismo, otros con la soledad

  • El futbol español es diferente

    Cada vez que en mi entorno se habla de fútbol, me vienen a mi cabeza las frase "Spain is Diferent"

El acto terrorista en contra de la revista Charlie Hebdo, no es solo la peor acción de terror que ha sufrido Francia en cinco décadas, sino que es de los peores ataques a la libertad de expresión

El acto terrorista en contra de la revista Charlie Hebdo, en el que fueron asesinados el director y cuatro caricaturistas, además de ocho colaboradores de la publicación gala, no es solo la peor acción de terror que ha sufrido Francia en cinco décadas, sino que es de los peores ataques a la libertad de expresión en toda la historia en el mundo. 

Por ello las redes sociales no se quedaron atrás ante este ataque de unos fanáticos religioso, lanzando la etiqueta Je suis Charlie (Yo soy Charlie) recibiendo casi de inmediato la respuesta de gran parte del planeta, para mostrar al mundo la importancia de defender las libertades. 

La sátira, la burla, la crítica y las palabras incómodas pueden generar molestias, pero eso nunca apuntaría a ocasionar la muerte de alguien. Por eso es intolerable y desproporcionado, reaccionar con violencia con el objetivo de acallar, de intimidar, de atropellar a quienes solo ejercen sus libertades como un llamado a la reflexión. Es un acto de infinita cobardía masacrar a mentes brillantes, solo por la debilidad de los argumentos que soportan un pensamiento determinado. Esa intolerancia es inaceptable. 

Hay que rendir un sentido homenaje a Stéphane Charbonnier ("Charb"), director de la revista; Jean Cabut ("Cabu"), caricaturista; Georges Wolinski, caricaturista; Bernard Verlhac ("Tignous"), caricaturista; Philippe Honoré ("Honoré"), caricaturista; Elsa Cayat, psiquiatra y psicoanalista; Bernard Maris ("Tío Bernard"), economista y polemista; Mustapha Ourrad, corrector del semanario; Fréderic Boisseau, ejecutivo comercial; Michel Renaud, periodista, y a los policías Frank Brinsolaro y Ahmed Merabet, quienes escoltaban al director. 

El mundo no puede, por ninguna razón, ni siquiera por miedo, dejar de rechazar con toda energía los actos de violencia que se cometen desde sectores extremistas en contra de lo que no encaja en sus convicciones ideológicas o religiosas.