Más beneficios, menos salarios
La patronal, con el apoyo del gobierno, se sigue resistiendo a un más que necesario cambio salarial, olvidando ya la devaluación salarial para consolidar la recuperación
La patronal, con el apoyo del gobierno, se sigue resistiendo a un más que necesario cambio salarial, olvidando ya la devaluación salarial para consolidar la recuperación con incrementos reales y sostenidos de los salarios, como motor de la economía familiar y nacional. Sin embargo la realidad que no encontramos es la defensa a ultranza del presente, la CEOE insiste en que debe ser la situación de cada empresa la que determine el aumento de los salarios.
Pero en conjunto, la realidad es que las empresas han duplicado su beneficio, a pesar de la crisis. ¿Cómo lo hicieron? Pues básicamente utilizando tres vías: la reducción del coste laboral, la caída de los gastos financieros y bajando la carga fiscal que soportan los beneficios. Dado el objetivo de este artículo dejamos las dos últimas aparte para destacar que el elemento central en la recuperación de los beneficios empresariales ha sido el enorme ajuste en la remuneración de los asalariados
La combinación de trabajadores más productivos y peor pagados ha sido una intensa reducción de los costes laborales unitarios que provocó una redistribución del valor generado en la empresa desde los trabajadores a los propietarios. Desde 2008 a 2013, el peso relativo de la remuneración de los asalariados bajó en 8 puntos, el mismo porcentaje que aumentó el excedente bruto de explotación.
En síntesis, el enorme incremento de la productividad unido a la congelación salarial ha servido para reconstruir el beneficio empresarial, que en 2013 alcanza el nivel más alto en mucho tiempo, tanto en valores absolutos como comparados con la cifra de ingresos.
La estrategia salarial más adecuada para 2015 es el incremento generalizado de los salarios, que permitan mejorar la capacidad de compra de los hogares para impulsar la actividad económica, crear empleo y recuperar parte de lo que hemos perdido en esa insoportable larga crisis.