sábado, 04 de mayo de 2024 00:23h.

¿Qué fue de la Renta Básica de Emancipación...?

Aprovechando que el Partido Popular parece estar muy receptivo a la hora de adoptar (bueno, quizá deberíamos decir plagiar, ya que adopta sin decir la fuente de la que proviene) medidas

Aprovechando que el Partido Popular parece estar muy receptivo a la hora de adoptar (bueno, quizá deberíamos decir plagiar, ya que adopta sin decir la fuente de la que proviene) medidas que ayudarían a cientos de jóvenes en nuestra Comunidad Autónoma a independizarse y establecer su propio proyecto de vida autónomo, como ha sido la propuesta del alquiler social de las VPO en Santander (que ya propuse aquí en octubre del año pasado), vamos a seguir haciendo propuestas en este sentido.

Hoy, queremos rescatar del olvido la Renta Básica de Emancipación (RBE) que se puso en marcha allá por 2007 y que el proyecto del Partido Popular de la “Ley de Medidas de Flexibilización y Fomento del Mercado del Alquiler de Viviendas”, de 2013, se encargó de suprimir, dejando en riesgo a los jóvenes que la recibían y cerrando la puerta a un numeroso grupo de jóvenes que la necesitarían.

La RBE suponía una subvención directa a los jóvenes para que pudieran acceder al mercado de vivienda. Una ayuda escasa, que inicialmente era de 210 euros, que el PP recortó en 2012 hasta los 147, pero que convertía cualquier contrato de alquiler prácticamente en un alquiler social, permitiendo a los jóvenes, con una situación económica tan precaria como la que ahora está padeciendo el común del colectivo, pudieran abandonar el nido familiar e independizarse, un sueño al alcance de cada vez menos jóvenes en este país (y no digamos ya de esta Comunidad Autónoma…).

Recuperar una ayuda a los jóvenes de estas características, o incluso ampliar la medida hasta los menores de 35 años, podría suponer, a día de hoy, una diferencia considerable en la vida de un gran número de personas en este país. Un gesto de verdadero interés social que, como sabemos, el Partido Popular solo sería capaz de adoptar ahora, en periodo preelectoral, en un último intento por rascar un número de votos que suavice la debacle a la que se enfrenta… Aunque dudamos que vaya a llevarlo a cabo, ya que esto sería recular y reconocer un error, ¿y cuándo ha sido la última vez que el PP ha reconocido un error…?

Ahora bien, no tardaría en salir el discurso de que “no hay dinero”. Un discurso que aun sabiéndose falso, el Partido Popular se ha encargado de pregonar cada vez que ha tenido oportunidad y que, unido a “la herencia recibida” (y las políticas sociales, como la RBE, también eran “herencia recibida”), ha calado en la ciudadanía de todo color y pelaje... Pero ¿cómo es, entonces, que hubo dinero para rescatar bancos? ¿Cómo es, entonces, que el presupuesto de las fuerzas armadas (por ejemplo) aumenta? ¿Dónde va el dinero que se recauda si cada vez pagamos más impuestos? Evidentemente, la ecuación no cuadra.

¿Cuánto mejor sería invertir dinero en mejorar la vida de los ciudadanos que en mantener instituciones religiosas, como la iglesia católica, con fondos públicos en un estado supuestamente aconfesional? Pero, claro, una vez más, todo esto es cuestión de iniciativa política y, sobre todo, cuestión de prioridades. Y vosotros, ciudadanos y ciudadanas, para el Partido Popular solo sois prioridad cuando cambiáis vuestro nombre por el genérico “votantes”.