Hablemos de la Universidad y, sobre todo, del problema que supone para una familia media el mantener a su o sus hijos/as estudiando una carrera universitaria.

Lejos queda aquello de garantizar el acceso a la Universidad a cualquier persona, independientemente de su poder adquisitivo, para hacer efectiva la “universalidad de la universidad”. Lo que se impone ahora es el criterio liberal de que cada uno llegue hasta donde sus capacidades le permitan... Incluyendo la capacidad económica como eje en torno al que gira el resto de la teoría y quedando cristalizado en las famosas declaraciones del Ministro Wert, en las que afirmaba: “las familias que no tienen dinero para estudiar es porque no quieren privarse de otras cosas”.

Sabemos que para alguien que ya era rico antes de llegar al Ministerio es muy difícil entender que con 641€ de salario mínimo interprofesional es prácticamente imposible mantener una vivienda óptima. Sumémosle a eso los gastos de luz (que también está subiendo desmesuradamente), agua (que también sube), alimentación, educación...

¿No será que el Ministro nos está diciendo, abiertamente, que en este país solo debe estudiar aquél que pueda pagárselo? Ejemplos no nos faltan para comprobar que, efectivamente, este es el mensaje que nos quieren trasladar, aunque no lo diga directamente, que el titular quedaría muy feo.

Hoy nos vamos a centrar en la subida de tasas, que fue el primero de los peldaños que el Partido Popular puso en la entrada a la educación superior. El primero, pero no el único, ya que podríamos sumar la reducción de becas a todos los niveles o el sacarse de la manga el último “3+2”, que consiste en obligar a los alumnos a hacer un máster de dos años, multiplicando exponencialmente el precio de las matrículas actuales.

Pero no, hoy nos centraremos en las tasas y su abusivo aumento desde 2011. Una medida instaurada por criterio y designación del Partido Popular, en solitario, y sin que fuera una medida necesaria. Una medida que, como decimos, sirve para ir filtrando el acceso a la Universidad a las rentas más bajas y dejando estudiar solo a aquellos que pueden pagarse sin problemas esos estudios. En definitiva, dejar la Universidad pública abierta a los que tengan una vida privilegiada en lo económico.

Esta medida, como decimos, no está amparada en ningún criterio diferente a la exclusión de una parte de la sociedad, como ocurriera hasta los años 80, en la que los socialistas abrieron las puertas al estudio a todo aquel que quisiera estudiar, elaborando un exhaustivo programa de becas para que fuera el intelecto y no la economía la que pusiera los límites. No. La medida del Partido Popular pretende garantizar lo contrario, que los hijos de los “señoritos” sean los que se formen. Con el rancio abolengo que suele caracterizar sus propuestas. Esto es y no otra cosa.

¿Por qué, si no, en Asturias, en Andalucía o en Canarias no ha ocurrido exactamente lo mismo que en el resto del país? ¿Y por qué, si no, la moderación de subidas se hace el año anterior a las elecciones? Sí, amigos y amigas, las tasas universitarias las fijan los Gobiernos Autonómicos, y el de Cantabria decidió subirlas. Y mucho. Y si no llega a ser por la propia Universidad, que se ha visto obligada a hacer recortes en la práctica totalidad de los departamentos, el impacto económico para los estudiantes sería aún más demoledor de lo que ya es. De ahí y no de otro sitio viene que la subida de tasas en Cantabria sea moderada, gracias al sacrificio de la propia Universidad de Cantabria. El PP apuesta por dichas subidas para que la Universidad se autoasfixie y, sus cachorros, a los que se supone afecta dicha medida, lejos de luchar contra las subidas, proponen el fraccionamiento del pago... ¿Cuándo se darán cuenta de que el problema es el precio y no los plazos...?

Esta subida de precios públicos y tasas es lo que está obligando a gran número de estudiantes a abandonar sus estudios, dejando a nuestra Universidad en cuadro. Nosotros reclamamos que se reviertan los precios a los índices anteriores al Gobierno del Partido Popular. Nosotros reclamamos una Universidad Pública abierta a todos y no a unas élites. Nosotros reclamamos la accesibilidad a la educación universitaria sin que sean necesarios “fondos de contingencia” para evitar exclusiones. Yo mismo, como Licenciado universitario que necesitó beca para poder estudiar, exijo poner fin al “tanto tienes, tanto vales” en la Educación Pública.