Hoy quería hablar de uno de los principales garantes de la igualdad de oportunidades a la hora de realizar estudios: Las becas. ¿Por qué? Porque es otro de los pilares de la educación pública que está siendo dinamitado por el Partido Popular.

Es evidente que los estudiantes, al igual que casi cualquier otro segmento de la población, están pagando las consecuencias de una crisis que ni crearon ni alimentaron, pero que igualmente les afecta. Quizá en mayor grado que a muchos otros, porque en ellos no sólo está en riesgo su presente, sino también su futuro.

Hemos de suponer, que en cualquier país avanzado que se considere socialdemócrata, no se puede renunciar a la redistribución de la renta desde quién más tiene hacia quién menos tiene. España, si supuestamente tiene un Estado del Bienestar que se encarga de implementar y mantener (y, según el PP, eso es lo que está haciendo, aunque ya nadie se lo crea), no puede abstraerse de la socialdemocracia y, por tanto, las becas deberían ser uno de los principales focos de redistribución de la renta. Sin embargo, la realidad es otra y los términos “Estado de Bienestar”, “socialdemocracia” o “democracia” están perdiendo todo su significado.

Podríamos hablar ahora de la “Ley Mordaza” o de la “Ley del Aborto” que sigue coleando, pero vamos a centrarnos en las becas, que era de eso de lo que queríamos hablar y, de paso, explicar el por qué de nuestro ataque a las prácticas “populares” en este ámbito.

¿Por qué decir que el Partido Popular no cree en las becas? Bueno, hay ejemplos evidentes y recientes para poder afirmar esto con tajante contundencia. Podríamos hablar de cómo los jóvenes que estaban disfrutando de una beca Erasmus durante el curso pasado se vieron en la incertidumbre de si iban o no a cobrarla cuando ya estaban en un país extranjero estudiando y con las cargas económicas de unos cuantos meses a sus espaldas.

También podríamos hablar de sonoros escándalos, como que hijas de Senadoras del Partido Popular reciban becas cuando no creo que haya mucho que explicar para que quede claro que no son el público objetivo de una ayuda pública o que sean, precisamente, quiénes más lo necesiten... Aunque ocurra con cierta frecencia en la Comunidad Valenciana (ya ocurrió con Zaplana cuando éste era Diputado).

También podríamos hablar de la proliferación de fondos de contingencia para evitar que los estudiantes, con sus carreras ya empezadas, no se vean obligados a abandonarlas por falta de recursos económicos... Aunque, por desgracia, esto no siempre sirva como revulsivo ni se aplique en todas las Universidades.

La realidad se puede pintar del color que se quiera, pero estos casos seguirán estando ahí, dejando evidencia no sólo de qué es lo que ocurre sino de cómo hay quién se empeña en ocultar mintiendo qué es lo que ocurre.

Desde Juventudes Socialistas consideramos que las becas son el principal garante de la igualdad de oportunidades, permitiendo a los jóvenes desarrollar sus capacidades intelectuales independientemente de cuestiones externas, como la poder adquisitivo de sus padres. Por ello, consideramos que su tendencia debe ser siempre alcista y con vocación universal, pero siempre progresivas.

No podemos permitir que se destruya el sistema de becas que ha permitido que tengamos a la generación mejor formada de la historia de España. No podemos permitirnos puntos de inflexión que marquen nuestro techo formativo y pretender, a la vez, garantizar un futuro al país. No podemos permitirnos más jóvenes que exilien su talento, pero tampoco desistir en su formación para cerrar el grifo de salida. No podemos permitirnos otra cosa que no sea el aumento de las cuantías destinadas a becas, así como la creación de nuevas partidas que garanticen la igualdad de oportunidades y el crecimiento intelectual de este país. Es tan simple como esto: No podemos permitirnos seguir con las políticas del Partido Popular en el ámbito educativo.